Gracias a un concurso realizado por el Ayuntamiento en el año 1956, el arquitecto portugués Fernando Távora materializó el proyecto arquitectónico La Casa de Té Boa Nova. El lugar escogido fue un sitio en los acantilados a orillas del mar en Matosinhos. Una vez fijado el lugar, convocó a su colaborador Alvaro Siza quien construyó la obra. Cabe señalar que éste fue uno de los primeros proyectos realizados por Siza y cuyo emplazamiento no está muy lejos de la ciudad de Matosinhos, su lugar de crianza y con cuyos paisajes estaba íntimamente familiarizado. Intentando “construir el paisaje” en esta zona, el arquitecto observó detenidamente las características del lugar; las mareas, las condiciones meteorológicas, la flora autóctona y las formaciones geológicas.
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El acceso al edificio, situado a unos 300 metros de la avenida principal, es a través de un estacionamiento que cuenta con un sistema de escaleras y explanadas, para luego acceder a una entrada con grandes rocas, propias del lugar y un techo bajo. Un camino rodeado por muros de hormigón pintado y decorado con piedra blanca nos muestra perspectivas dramáticas del entorno donde, de forma alternada esconde y muestra el horizonte.
Unidos por un atrio de doble altura y una escalera, con el acceso en un nivel superior , el comedor y el salón, con vista hacia el oeste, fueron emplazados justo encima de las rocas. En la parte posterior del edificio y parcialmente hundidas, se encuentran las áreas de almacenamiento, cocina y de empleados con sólo una pequeña ventana y una chimenea revestida de coloridos azulejos.
Los dos espacios principales se emplazan alrededor de la bahía, en donde los muros exteriores, al igual que en todo el proyecto, se adecuan a la exhuberante topografía del lugar. Sobre una base de hormigón a la vista, el salón de té tiene grandes ventanales, en tanto el comedor está totalmente acristalado generando una meseta al aire libre, que junto con los aleros, existe una continuidad visual entre el volumen y el lugar. Esta conformación del espacio produce un asombroso efecto en el período veraniego, ya que al salir del comedor da la impresión de estar directamente en el mar.
Pilares de hormigón a la vista en la fachada oeste, muros de albañilería cubiertos con yeso, y uso de madera Afizelia rojiza en paredes, marcos, techos y muebles, son materiales recurrentes en las primeras obras de este arquitecto, que se ven claramente en la arquitectura de esta obra.
La Casa de Té Boa Nova tuvo que ser totalmente restaurada en 1991, después de que una marejada invadió ambos recintos, arrasando con muebles y destruyendo gran parte del interior. La restauración conservó las características del proyecto original.
Arquitecto: Álvaro Siza Vieira Ubicación: Nova, Matosinhos, Portugal Año Proyecto: 1963 Referencias: Álvaro Siza Vieira Fotografías: Usuarios de Flickr: Velcro., craigborum, Pedro Kok, joao ornelas, José_Eduardo, kia78